Este rincón literario es el mundo de los sueños, de las palabras muertas, de las puertas cerradas y de las mentes abiertas. Que ante los cencerros de un mundo ordinario entre campanas de letanía, agoniza en su calvario.

Lluvias de abril y soles de agosto, tanta intensidad que deshace la piel y las tripas se trenzan como cuerdas de esparto; o como enredaderas que quieren salir, que quieren ser la voz de cualquiera. Tanto por ver. Nada en la nevera. El recuerdo de algún desconocido con mirada sincera.

...La garganta se atrinchera, y ahogada, acechan los versos como flechas, y se clavan en la almohada...

Rendirse a la magia de la poesía es como un ritual de iniciación a lo intrínseco del ser, a la armonía, a disentir de la hipocresía y en vez en cuando renacer. Es una invitación a la introspección, un viaje cerebral, espiritual y del corazón. Crear y divagar, crecer y explorar… Ayer las hojas secas de un cuaderno de otoño, mañana un cadáver de lechuga que velará mi insomnio. Poemas sobre tu coño. Coñac. Te quiero, te odio. Un canto de jilguero en una higuera fértil. Salir de un agujero. Un sendero mágico. Nada en el monedero. Un principio trágico. Un lugar nostálgico. Querer hacer el amor bajo un aguacero ..

...Bienvenid@s seais a este rincón...

UN JUEGO Y PICO..

Parece luz y no lo es, es tan solo un nimio desvanecer de sentimientos,cuando la pena no existe, si acaso, un pequeñísimo vacío, casi inexistente… Pero más intenso quizás que la propia intensidad de un latido.

Parecen puertas abiertas y no lo son, son cerrojos en los ojos de quién se atreve a mirarnos, y que en tu mirada se manifiestan como fantasmas de deseo y miedo, en la ebriedad de la noche, eso sí, de amaneceres confusos...

...Una historia pasional, sin principio ni final, solo latente entre las sensaciones del sabor de los vasos vacíos, tan cómico e irreal que no hay cavidad para el dolor, ni para el pensamiento, realmente solo un taconeo tan sexual que en ocasiones me derrite en tus aspiraciones de que nada vuelva a ocurrir, cuando jugamos a hacernos las dignas...

Pero me reitero, casi inexistente.

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