Se agrieta mi garganta del grito del silencio,
y prendo mis venas de fuego para arder de locura,
y busco en los rincones lo que nunca he perdido,
y pierdo en los relojes el tiempo que me sobra,
y camelo lunas para que me alumbren
que tengo por costumbre comerme las sobras,
y no quiero luces que me deslumbren,
quiero ser sombra entre farolas.
que mi alma libre ruja como una fiera,
que encienda los motores y queme carreteras,
que encuentre sin buscar lo que le falta,
que vuele tan alta que toque a la luna
que nunca me falla, que siempre me acuna,
y mueran las dudas que escupe mi alma
y se asome muy puta la madrugada,
que me seduzca promiscua vestida de hada,
que me coma a bocados entre sus negras alas,
que me de placer, que me de paz, que me de calma.
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