EL SILENCIO

Son silencios perplejos reflejos de nuestra agonía eterna. Son silencios rotos los que quedan suspendidos en el aire de cada alborada, iluminada por infinitos besos dados en un segundo de sinceridad y atrapados en la infamia de algo llamado olvido. Son silencios hipócritas los que gritan a oidos sordos de quien sus paliques de bondad no son más que silencios reflejados en rostros ajenos, ajenos al silencio que portan sus días, el silencio de la pobreza, que grita mientras nadie la escucha. Son silencios mudos los interminables secretos que guardamos en la cavidad de nuestros ojos, pero que en silenciosas miradas se reflejan como ventanales abiertos de par en par. Son silencios agradables los que se esconden en los labios de un atardecer primaveral, ensordecido por el sonido del viento, de los pájaros. Son silencios pausados el lenguaje de paisajes naturales, discurriendo el tiempo entre graznidos de los grajos que sobrevuelan el silencio que deja el eco al posarse y esfumarse entre mudas piedras.Son silencios las palabras que nunca dijimos por algún motivo, y silenciosa es nuestra moral aunque nos hable o nos grite. Es silencio tu desnudez, aunque sepas decir todo con el más sutil movimiento posible, y, silenciosas nuestras manos aunque sepamos hablar latín en el silencio de las dunas de nuestro sexo. Es un eterno silencio la muerte.

¿PUEDE EXPRESAR MÁS EL SILENCIO QUE LAS PALABRAS?