La cultura de la vida
le rebosa en sus pupilas,
ápices de melancolía,
dolor y muerte
encarnan su tristeza eterna.
Sus treinta y siete años de lucha
empuñan banderas rojinegras,
poeta como ninguno
se esconde bajo su cresta.
Si el mal fario le persigue
lo convierte en hierbabuena,
y tan duro como sensible
fluye a cántaros su esencia.
Entre plazas y cerveza
lloramos desilusión a saco
esos días que la desidia
hizo mella en nuestros pasos.
Eres como un hermano,
en tantos años de amistad,
me arropa tu lealtad
y siempre he tenido tu mano.
Eres preso Alex,
de esta asquerosa sociedad,
donde premian la ignorancia
y torturan la verdad.
Ojala y tu soledad
se quiebre en algún melero
y tu destino se desnude
protegido por los vientos.
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